lunes, 5 de enero de 2009

Volver a empezar

Es muy habitual, en estos primeros días del año, hacer una lista de buenos - y malos - propósitos para los siguientes doce meses. Yo no iba a ser menos y también me he hecho mi particular lista, aunque es muy cortita, pero muy intensa. Los deseos más profundos me los dejo para mí, ya que son de profundo calado y es una misión que debo llevar a cabo día tras día, desde que me despierto hasta que me acuesto. Aparte de esos que no mencionaré, el de más trascendencia es el de volver a correr un maratón (algunos dirían una maratón). Pensándolo bien, veo más lógico decir una maratón que un maratón, ya que la palabra hace mención a una de las más importantes batallas entre atenienses y persas (con lo cual sería femenina), también se denomina así a la llanura donde se celebró dicha batalla (por lo que seguiría siendo femenina); y también se llama así una de las pruebas atlética de mayor épica, aunque con -h intercalada en todas sus acepciones, concluyendo que me decantaría mas por su feminidad que por su masculinidad, aunque, por propio arraigo, seguiré dicéndolo en masculino.

Como no me quiero perder, intentaré retomar el hilo. Hace casi tres años conseguí participar y acabar el Maratón de Sevilla. Además, creo poder afirmar que con muy buen resultado personal, tanto a nivel de sensaciones como por el tiempo conseguido (3h19´03´´). Al año siguiente intenté repetir la misión, aunque con un muy diferente resultado: fui mal preparado, me retiré en el km.31 y acabé en el quirófano de un hospital sevillano por un accidente en el dedo anular de mi mano derecha. A partir de entonces, poco he vuelto a correr, perdiendo casi toda mi condición física hasta el día de hoy.



Esa imagen es de la salida del Maratón de Sevilla de 2.006, en el Estadio Casi Olímpico (pues por ahí estoy yo)

Hace unos días me enteré de que se va a organizar, previsiblemente, el 1º Maratón Ciudad de Málaga, previsto para el próximo 6 de diciembre de 2.009. Eso ha conseguido motivarme e incitarme a hacer ejercicio para poder tomar la salida en tan significativa prueba.

Para quien no lo sepa, un maratón cuenta con 42,195 kms. que es la distancia que, se supone, existía entre la llanura de Marathon y Athenas. Reconozco que es una prueba larga, dura, que exige gran capacidad de superación, de sacrificio, tanto a nivel físico como mental, ya que durante más de 3 horas (en mi caso) se ha de ser capaz de vencer cada mal pensamiento, cada dolor, cada padecimiento, razón por la cual el entrenamiento habrá de ser duro y exigente, sobre todo teniendo en cuenta que empezaré desde 0. En los primeros días trataré de ser capaz de correr quince minutos sin pararme, lo que puede ser una muestra de todo el trabajo que tengo por delante.

Por otro lado, habré de tener en cuenta el poco tiempo de que dispongo, ya que, a día de hoy, soy pluriempleado (trabajo por la mañana de administrativo en un ayuntamiento y por la tarde - fines de semana y festivos incluídos - trabajo como terapeuta en el spa de un hotel de 5 estrellas). Además, tengo familia, mujer, dos hijos y un/a tercero/a en camino, cuya llegada está prevista para el 11 de julio. Si se quiere, se puede, aunque la pereza me ha podido en los dos últimos años. Veremos qué ocurre en el presente.

Aún no es segura la celebración de esa prueba, pero aquí hago el propósito de estar en la línea de salida y de que haré todo lo que esté en mi mano, en mis piernas y en mi cabeza para poder rebasar la línea de llegada.

Tal vez pueda resultar pesado, pero es mi intención poner, junto con cada entrada, el entrenamiento realizado, para así poder hacer un seguimiento desde el inicio hasta el final.

Como el camino será duro y, sobre todo, largo, por ahí nos iremos encontrando.

PAZ, AMOR Y SALUD

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